La toma de decisiones es una de las situaciones más difíciles de gestionar a las que tenemos que hacer frente. Esto es especialmente transcendente cuando estas decisiones marcarán el medio/largo plazo. Cogiendo un ejemplo ilustrativo y enfocado a la toma de decisiones personales, seguro que cuando escogisteis en qué formaros, en lo que pensabais era “¿De qué me gustaría trabajar en el futuro?”. O al decidir la compra/alquiler de una vivienda, la elegisteis pensando “¿En qué ciudad me gustaría vivir? ¿Cuál será mi mejor momento económico para poder acceder a la vivienda?”. Estas tomas de decisiones son las que marcan nuestro presente. Podría decirse entonces que… ¿Hemos diseñado a través de la planificación estratégica nuestro futuro y hemos establecido el camino para llegar a donde queríamos?
Tras entender la importancia de la planificación a nivel personal, podemos hacer una extrapolación a nivel empresarial. Es decir, las acciones que se realicen hoy en la empresa marcarán su futuro, por lo que deben tener un objetivo establecido.
En el post de hoy vamos a hablar de la planificación estratégica, por qué es necesaria y cuáles son los pasos a seguir para realizarla.
Planificación estratégica
Planificar estratégicamente consiste en definir las metas de la organización, marcando la estrategia a seguir para alcanzarlas a través de la coordinación del trabajo. Es decir, su objetivo es el de alcanzar la visión (Momento futuro deseado) mediante la definición y ejecución de estrategias a través de su misión (Momento actual), dando respuesta a tres preguntas clave:
- ¿Qué se tiene que lograr?
- OBJETIVOS.
- ¿Cómo se tiene que lograr?
- PLANES DE ACCIÓN Y RECURSOS.
- ¿Cuándo?
- DEFINICIÓN DE PLAZO TEMPORAL.
¿Por qué planificar?
Son muchas las razones por las que tener una planificación estratégica perfectamente definida es importante. Algunas de ellas son:
- Marca la dirección de la organización. A través de un proceso reflexivo y de análisis se determina dónde debería estar la empresa en un periodo de tiempo, marcando así cuál es la dirección que esta tiene que seguir.
- Reduce la incertidumbre. Marcar una estrategia y hacer su seguimiento permite anticipar cambios, valorar sus impactos y preparar respuestas.
- Permite innovar. Disponer de objetivos a medio/largo plazo favorece un ambiente de innovación, en el que se busquen nuevas formas de obtener mejores resultados. Este aspecto es muy importante, ya que como vimos en el post “la supervivencia de las empresas a través de la innovación” aquellas empresas que no innovan, cada vez tienen una menor longevidad.
- Favorece la cooperación. Si todo el equipo sabe cuál es la meta a alcanzar, sus esfuerzos se centrarán en lograr su consecución, fomentando el trabajo en equipo.
- Optimizar recursos. Tener bien definidas las metas y la manera de llegar a ellas, así como trabajar coordinadamente, permite reducir las redundancias en la organización.
- Previsión. Saber qué se quiere hacer y cómo se va a hacer permite que se prevean los recursos necesarios.
Cómo planificar
El proceso de planificación comprende 5 fases más su posterior monitorización:
Análisis inicial
Antes de iniciar un proceso de planificación es importante conocer la situación en la que se encuentra la empresa, tanto a nivel interno, como a nivel externo. Es por ello por lo que una buena herramienta que utilizar en esta fase es la matriz DAFO, la cual permite conocer tanto las fortalezas y debilidades de la empresa (Análisis interno) como las amenazas y oportunidades (Análisis externo) que puede encontrarse.
Establecimiento de objetivos
Una vez se conoce la situación de la empresa, es momento de definir los objetivos que pretenden conseguirse. Los objetivos tienen que cumplir con la definición de SMART (Específicos, Medibles, Alcanzables, Realistas y en Tiempo).
Además, también tiene que indicarse la temporalidad del objetivo, de manera que estos sean:
- Objetivos estratégicos o a largo plazo: Metas fijadas en una temporalidad de 1 a 5 años.
- Objetivos Tácticos o a corto plazo: Metas fijadas en una temporalidad inferior a 1 año.
Ejemplos de objetivos que cumplen estas características son:
- Incremento de las ventas del producto X en un 15% en el segundo trimestre del año.
- Alcanzar 50.000 usuarios activos en la plataforma para diciembre 2024.
Diseño de la estrategia
La tercera fase marcará cuál es la estrategia para alcanzar los objetivos planteados en el tiempo establecido. Es decir, marcará de qué manera se trabajará para la consecución de los resultados.
Si bien lo que marque la estrategia será el producto/servicio de la empresa y su situación, algunos ejemplos de estrategias podrían ser:
Diferenciación. Realizar un proceso de innovación del producto que introduzca elementos no existentes en el mercado, atrayendo a los clientes por su exclusividad.
Competición en precios. Buscar la forma de producir más económico para bajar los precios de venta y tener una ventaja competitiva de precios en el mercado.
Presupuestación
Como hemos comentado previamente, uno de los motivos por los que planificar es necesario es la posibilidad de realizar previsiones. Al establecer los objetivos a alcanzar, se establecen también los requisitos económicos necesarios. Esa será la actividad que realizar en esta fase, definiendo también los ingresos que esperan obtenerse.
Implantación
Seguidamente, la estrategia o estrategias seleccionadas pasarán a implantarse en la organización. Esta implantación vendrá dada por la fijación de:
- Políticas: Marcan directrices generales con el objetivo de orientar y enmarcar las tomas de decisiones.
- Reglas: Son instrucciones imperativas que indican cómo se debe actuar.
- Procedimiento: Pasos que indican cómo responder a una situación/problema.
Monitorización y control
Una vez el plan estratégico está en marcha se procede a la última de las fases, la de monitorización y control. A través de la definición de indicadores relevantes del negocio que indiquen la efectividad del plan establecido, será responsabilidad de la dirección asegurar que los resultados obtenidos son los esperados. En caso de que no sea así, se llevarán a cabo acciones de contingencia para solventar la situación.
Consideraciones
Hay que considerar que la planificación estratégica se realiza para ponerla en práctica; no obstante, hay que ser conscientes del dinamismo que existe en los mercados y este documento no tiene que generar rigidez. Como siempre, desde Consultcat promovemos que la organización funcione de manera ágil. Por lo tanto, aunque las bases y guías estén establecidas, hay que estar abiertos a valorar las nuevas situaciones y cambios.
Bajo nuestra experiencia en la realización de planes estratégicos y sus implantaciones podemos decir que los resultados obtenidos son más que notorios. Por ello, si todavía no tenéis un plan estratégico definido y necesitáis ayuda para su creación, o consideráis necesaria su revisión para asegurar la validez, no dudes en contactarnos aquí. ¡Estaremos encantados de poder ayudar!
¡Hasta la próxima!
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